En América, más de 30 millones de personas usan benzodiazepinas. Los médicos suelen prescribirlas para combatir el insomnio, por sus efectos ansiolíticos e hipnóticos.
¿Cuáles son los efectos clínicos de estos fármacos? ¿Cuáles son sus efectos secundarios y los efectos indeseables que provocan? Echemos un vistazo a las benzodiazepinas en nuestro informe especial.
¿Qué son las benzodiazepinas?
Las benzodiazepinas son una clase de fármacos con efectos psicotrópicos. Generalmente se prescriben para reducir la ansiedad y el insomnio, gracias a su acción ansiolítica e hipnótica. También tienen efectos antiepilépticos y reducen las contracciones musculares.
Información general sobre las benzodiazepinas.
La estructura molecular de las benzodiazepinas es el resultado de la combinación de una molécula de benceno con dos moléculas de nitrógeno (dinitrógeno).
Los estudios han demostrado que los fármacos pertenecientes a la clase de las benzodiazepinas ejercen efectos sobre los receptores de un neurotransmisor específico: GABA o ácido gamma-aminobutírico.
Este elemento ejerce efectos inhibitorios sobre la excitabilidad del cerebro, más precisamente la sistema nervioso central. Esta acción conduce a varios efectos terapéuticos distintos:
- Sedante hipnótico: Promueve el sueño.
- Antiepiléptico/Anticonvulsivo: Actúa contra las convulsiones.
- ansiolítico: Reduce la ansiedad.
- amnésico: Causa amnesia episódica.
- SÉRUM CON EFECTO DE BLOQUEO MUSCULAR: Relaja los músculos.
Lógicamente, estos fármacos están por tanto indicados y prescritos para tratar trastornos de ansiedad, epilepsia, insomnio, ansiedad nocturna, espasmos, distonías o contracturas musculares. Algunos tratamientos se utilizan en el contexto de la abstinencia de alcohol.
Hay más de 50 medicamentos administrados y prescritos pertenecientes a la clase de las benzodiazepinas. En Francia, solo 22 de ellos están disponibles.
Según la DCI (Denominación Común Internacional), el nombre de las sustancias químicas contenidas en los medicamentos y pertenecientes a la clase "benzodiazepina" tomar el sufijo -zepam. Sólo están disponibles en farmacias, previa emisión de una receta segura.
Se hace una distinción entre las benzodiazepinas ansiolíticas (Alprazolam o Xanax, Bromazepam o Lexomil, Oxazepam o Seresta), que se prescriben para las dificultades para conciliar el sueño, la ansiedad severa o los trastornos neuróticos, y las benzodiazepinas hipnóticas, también conocidas como pastillas para dormir, como Lormetazepam (Noctamide) o Loprazolam (Havlane). Estos últimos facilitan el sueño.
Tiempo de acción de las benzodiazepinas.
La vida media de un fármaco determina el tiempo que tarda la concentración del fármaco en disminuir en la sangre (50% de disminución). El inicio de acción de las benzodiazepinas varía con cada tratamiento.
Algunos tienen un inicio de acción rápido (menos de 1.5 horas). La vida media de las benzodiacepinas oscila entre 2.5 y 148 horas. Las benzodiazepinas con una vida media corta (menos de 20 horas) son de acción rápida. Las benzodiazepinas con una vida media de más de 20 horas tienen una acción de mayor duración.
Es el médico quien determina el tratamiento y la dosis más adecuados para cada caso concreto.
Una prescripción específica.
En Francia, aproximadamente el 7.5% de la población utiliza esta clase de medicamentos. Su efectividad contra insomnio ha sido demostrado por diversos estudios. Se prescriben con preferencia a los barbitúricos porque tienen menos efectos secundarios que estos últimos (sin somnolencia durante el día siguiente a la toma, por ejemplo, para fármacos de vida media corta).
El médico determina la posología del tratamiento en función de la persona y de los problemas encontrados (en este caso, dificultad para conciliar el sueño, insomnio parcial o total). Se tienen en cuenta varios criterios para determinar la dosis adecuada para cada individuo (peso, edad, altura, etc.).
Toma benzodiazepinas depende de la vía de administración prescrita por el médico.
De hecho, los tratamientos se pueden tomar:
- Por vía oral, en forma de pastillas, gotas o tabletas.
- Por inyección. Es posible administrarlos por
- Por vía intravenosa a través de infusiones o por vía intramuscular.
- Vía vía rectal (óvulos).
También hay que tener en cuenta que las benzodiazepinas provocan adicción, así como dependencia física y psíquica. Es por ello que su administración está regulada y debe realizarse bajo supervisión médica.
De hecho, se recomienda prescribir estos medicamentos por un período que no debe exceder las 12 semanas para tratamientos ansiolíticos.
Cuando las benzodiazepinas se recetan como pastillas para dormir (benzodiazepinas hipnóticas), la duración del tratamiento se acorta a 4 semanas, con el fin de limitar la ingesta. El médico está obligado a extender su receta en receta segura (receta de 28 días), nombrada y escrita íntegramente, a renovar cada mes.
El médico también está obligado a informar al paciente de los efectos secundarios, así como de los riesgos incurridos tras el uso de esta clase de medicación.
Se debe considerar la suspensión del tratamiento tan pronto como se prescribe, ya que debe hacerse por etapas, disminuyendo gradualmente las dosis. Esto es para evitar la aparición de un síndrome de abstinencia, fenómeno que desarrollaremos en otro párrafo.
Las benzodiazepinas y el estado de alerta.
Las benzodiazepinas provocan cambios en la conciencia. Estos tratamientos también están asociados con:
- Dificultad respiratoria.
- Nerviosismo.
- El tono muscular reducido conduce al riesgo de caídas.
- La aparición de una adicción al tratamiento en caso de uso prolongado y dosis elevadas.
- En ocasiones, la aparición de trastornos psiquiátricos (episodios psicóticos, delirios, alucinaciones).
El uso de benzodiazepinas se cree que aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer (un aumento de alrededor del 50% después de más de 3 meses de tratamiento).
Es tranquilizador que los efectos secundarios sean raros y desaparezcan rápidamente después de tomar el medicamento.
Las benzodiazepinas están contraindicadas en casos de:
- Insuficiencia respiratoria.
- Insuficiencia hepática.
- Alergia a cualquiera de los componentes del medicamento.
- Apnea del sueño.
- Miastenia.
Para evitar incidentes, lo mejor es seguir unas pautas de seguridad.
Precauciones de uso.
Se vigila de cerca la administración de estas terapias en personas mayores de 65 años, mujeres embarazadas o en período de lactancia, personas con enfermedades renales o hepáticas, jóvenes menores de 18 años, personas con adicciones u operadores de máquinas.
Para personas de 65 años o más o que padezcan varios patologías, la Agence Nationale de sécurité du médicament et des produits de santé (ANSM) y la Haute Autorité de Santé (HAS) instan a los médicos a prescribir benzodiazepinas de acción corta (vida media corta) y a limitar las dosis y el tratamiento a lo largo del tiempo, para favorecer la eliminación de los compuestos químicos del organismo.
Es importante detectar casos de sobredosis, ya que una dosis demasiado alta puede conducir al coma y la muerte si no se trata. Puede ser necesaria la hospitalización, especialmente en casos de intoxicación voluntaria, como intento de suicidio. El control biológico (análisis de sangre) puede revelar un nivel en sangre demasiado alto. Afortunadamente, existe un antídoto que anula los efectos de las benzodiazepinas. Se llama flumazenil.
Adicción y síndrome de abstinencia.
La población francesa consume generalmente ansiolíticos y benzodiazepinas por más tiempo que el período terapéutico recomendado (de 6 meses a 2 años, o incluso más).
Este factor aumenta el riesgo de desarrollar dependencia, adicción y la aparición del síndrome de abstinencia.
Adiccion.
Adicción es un fenómeno que conduce a un aumento en la ingesta de benzodiazepinas por parte de los individuos. La disminución progresiva del efecto terapéutico de los tratamientos conduce a la automedicación que empuja a los individuos a aumentar las dosis por sí mismos. Esto se hace con el fin de obtener los mismos efectos esperados, antes de la prescripción.
Al mismo tiempo, se puede instaurar un proceso de dependencia a la medicación. Este fenómeno está ligado a la tolerancia, lo que dará lugar a la aparición de dependencia física y psíquica del tratamiento. El riesgo de dependencia se incrementa en el caso de antecedentes de adicción (alcoholismo, drogas) y la combinación de varias benzodiazepinas, tratamiento prolongado y dosis altas.
Esta drogodependencia obliga a suspender los tratamientos con benzodiazepinas o al menos a reducir las dosis. Este cese no debe ser abrupto y debe implementarse gradualmente. Prescripción de ansiolíticos o pastillas para dormir no pertenecer a la misma clase de drogas también es una posible alternativa para luchar contra este efecto indeseable.
Síndrome de abstinencia y abstinencia.
Retiro de benzodiazepinas debe ser considerado a nivel terapéutico y psicológico. Primero, el médico prescribe una reducción de la dosis durante varios días, hasta que el medicamento se detiene por completo.
Durante este proceso se podrá realizar un seguimiento psicológico para facilitar la retirada.
El síndrome de abstinencia ocurre cuando el tratamiento se interrumpe de manera abrupta, repentina y sin apoyo. Identificar este síndrome no es fácil, ya que algunos síntomas están asociados a los efectos secundarios del medicamento. Estos son los signos del síndrome de abstinencia a tener en cuenta al suspender el tratamiento:
- Temblores.
- Dolores de cabeza.
- Dolor y debilidad muscular.
- Ansiedad.
- Agitación.
- Insomnio.
- Convulsiones.
- Irritabilidad.
- Dolor.
- Transpiración.
- Náuseas vómitos.
En casos más severos, se observan delirios, alucinaciones u otros trastornos psiquiátricos (psicosis, paranoia). En casos extremos, puede ocurrir delirio.
Las etapas de retiro puede llevarse a cabo sin incidentes. Sin embargo, suspender el tratamiento puede requerir reajustes durante el proceso:
- Si los síntomas aparecen cuando se disminuye la dosis, se debe reanudar la dosis inicial y repetir el procedimiento, disminuyendo la dosis aún más lentamente.
- Si se desarrollan síntomas graves, se debe reevaluar el manejo.
- Si se presentan síntomas leves cuando la interrupción es efectiva, se debe iniciar un seguimiento psicológico. No reanudar el tratamiento.
- Si aparecen síntomas graves (alucinaciones, delirios) durante el proceso, el paciente debe ser hospitalizado con carácter de urgencia.
Una vez que se suspenden las benzodiazepinas, el seguimiento no se detiene. De hecho, para estar seguro, el paciente es monitoreado durante varios meses.
Se realiza una consulta médica inicial durante la primera semana después de finalizar el tratamiento. El médico valora la presencia de síntomas relacionados con la abstinencia e informa al paciente sobre la posibilidad de reanudación de los síntomas que precedieron a la prescripción (reanudación de la trastornos del sueño/insomnio o manifestaciones de ansiedad más o menos severas).
Insomnio: algunas alternativas.
Para compensar los inconvenientes asociados con las benzodiazepinas, los médicos suelen recetar somníferos con los mismos efectos, pero sin tantos efectos indeseables: Zopiclona (Imovane) y Zolpidem (Stilnox). Clasificados como relacionados con las benzodiazepinas, estos dos fármacos hipnóticos promueven sueño.
Existen otras alternativas a la prescripción de ansiolíticos e hipnóticos para tratar el insomnio. Ciertas plantas como la valeriana, la manzanilla o la pasiflora tienen propiedades calmantes y pueden ayudarte a recuperar el sueño.
Usados en homeopatía, fitoterapia o aromaterapia, están disponibles en forma de infusiones, tisanas o aceites esenciales.
Puede pedir consejo e información a su médico o farmacéutico para determinar qué forma se adapta mejor a sus necesidades. Es preferible recurrir a tratamientos médicos como último recurso.
Benzodiazepinas disponibles en Francia.
Compuesto químico/ Denominación común internacional o DCI | Nombre de la droga | Efectos Terapéuticos |
Oxazepam | Seresta | ansiolítico |
Bromazepam | lexomilo | ansiolítico |
alprazolam | Xanax | ansiolítico |
Lorazepam | Temesta | ansiolítico |
prazepam | Lisanxia | ansiolítico |
El diazepam | Valium | ansiolítico |
Clonazepam | Ritrovil | Anticonvulsivo/Ansiolítico |
Clorazepate | Tranxeno | Ansiolítico/hipnótico |
clobazam | urbanil | Anticonvulsivo/Ansiolítico |
Temazepam | normando | Hipnótico |
Nitrazepam | Mogadon | Hipnótico |
loprazolam | Havlane | Hipnótico |
Lormazepam | noctamida | Hipnótico |
El flunitrazepam | Rohypnol | Hipnótico |
triazolam | Halcion | Hipnótico |
estazolam | Nuctalón | Hipnótico |
clotiazepam | Veratran | ansiolítico |
Nordazepam | Nordaz | ansiolítico |
Loflazepato de etilo | vitán | ansiolítico |
Relacionado con las benzodiacepinasZopiclona | Imovane | Hipnótico |
zolpidem | Stilnox | Hipnótico |
Vale la pena señalar:
tetrazepam o Myolastan era un relajante muscular (relajante muscular) que se prescribió en gran medida hasta 2013. Se retiró del mercado porque causaba efectos secundarios graves, incluidos trastornos de la piel (síndrome de Stevens-Johnson). Fue prescrito en reumatología, como parte del tratamiento del dolor relacionado con las contracturas musculares.
Rohypnol está sujeto a farmacovigilancia, debido a su mal uso (ver efectos secundarios de las benzodiazepinas). Esta benzodiazepina sólo puede administrarse previa emisión de una receta segura. La duración del tratamiento está limitada a 14 días. El farmacéutico solo puede proporcionar tratamiento en incrementos semanales (7 días) a los pacientes.
Desde enero de 2012, Rivotril solo se dispensa tras la emisión de una prescripción inicial por parte de un médico hospitalario. Sólo los neurólogos y pediatras están autorizados a expedirlos.
Algunos conceptos erróneos comunes sobre las benzodiazepinas.
¡Hagamos un balance de las ideas generales que rodean a las benzodiazepinas!
Las benzodiazepinas se recetan para tratar la depresión.
Estos tratamientos no son efectivos contra la depresión en sí. De hecho, tienen efectos ansiolíticos; es decir, ayudan a limitar la ansiedad y trastornos de ansiedad. Se pueden recetar junto con antidepresivos para limitar la ansiedad asociada o los trastornos del sueño que se encuentran durante los estados depresivos.
No se debe consumir alcohol mientras se toman benzodiazepinas.
Beber alcohol aumenta los efectos secundarios de estos medicamentos, incluido el estado de alerta y la alteración de la conciencia. Por lo tanto, es preferible no beber alcohol mientras toma el medicamento.
¿Puede volverse adicto al tomar benzodiazepinas?
Estas drogas crean hábito y son adictivas. Es por ello que se recomienda la suspensión gradual, con el fin de promover un cese suave (riesgo de síndrome de abstinencia). Para evitar la dependencia, la normativa recomienda la prescripción de determinados tratamientos durante 3 o 4 semanas. En el contexto de trastornos del sueño, el uso de una benzodiacepina se realiza como segunda intención, después de haber probado métodos alternativos.
Cuando se toman benzodiazepinas hay que tener cuidado, ya que provocan muchos efectos secundarios.
Somnolencia, confusión, agitación, pérdida de memoria… Hemos hablado de los efectos secundarios de las benzodiazepinas en este número. Cuando benzodiazepinas se utilizan como pastillas para dormir, generalmente son eficaces y ayudan a recuperar el sueño. Sin embargo, es mejor evitar tomarlos antes de ciertas actividades que requieren estar alerta, como conducir, ya que esto puede provocar accidentes.
Las benzodiazepinas están contraindicadas con algunos tratamientos.
Al igual que otras drogas, las benzodiazepinas causan interacciones farmacológicas. No deben tomarse al mismo tiempo que ciertos medicamentos para la alergia, analgésicos que contienen morfina derivados (porque favorecen la dificultad respiratoria, uno de los efectos secundarios de las benzodiazepinas). No dude en consultar a su médico e informarle de cualquier tratamiento que esté siguiendo, para evitar incidencias.